La Península Ibérica es una de las regiones del mundo que más inmigrantes recibe hoy en día. En el caso de España, para el 2006, los inmigrantes representaban entre el 6.5 y el 8.7 por ciento de la población. Las zonas costeras del Mediterráneo, las islas y las áreas de agricultura intensiva son los destinos mayoritarios de la inmigración. Sin embargo, esta situación es relativamente nueva. Esta zona del mundo solía ser una exportadora de trabajadores, primero a América y luego a Europa del centro y norte. El cambio ocurrió en 1975 en España y en 1981 en Portugal. Mucho se ha escrito sobre la inmigración en Portugal y España, pero la discusión teórica con respecto al funcionamiento de los mercados laborales y a la relevancia de dicho funcionamiento para la incorporación laboral de inmigrantes son temas poco explorados en la literatura especializada, de allí la importancia de este libro. El libro consta de ocho capítulos llenos de datos, cuadros y estadísticas que ayudan a explicar la inmigración en dos países cercanos en geografía e historia, pero lejanos en muchos otros aspectos.